lunes, 21 de julio de 2008



Llegamos a Tikal. La selva esconde la historia de la civilización Maya. Los templos duermen el sueño de los siglos arropados en la espesura. De cuando en cuando, uno de ellos, bien alto, aparece erguido sobre la copa de los gigantescos árboles.

De improviso, mientras caminamos, una lluvia dorada nos cae justo encima. Es un mono que se alivia. Lo mires como lo mires es una casualidad, no una señal.

1 comentario:

blanca dijo...

Pues qué os voy a decir, que me quedo muerta!!! que me dais mucha envidia sana, y que voy pallá ahora mismo -si pudiera-. Es la primera vez que escribo en un chisme de éstos, espero que os llegue. Creo que los que teneis que contar cositas sois vos pero os cuento yo que acabamos de llegar de Tunez de una semanita tranqui, playita, paseos, libros, etc... y que hoy Rafa ya está en el campito con la Mora -se fué ayer con el mono de regar...- y ahora me voy yo. El lunes estaremos aquí y ya él os escribirá algo. Pedazo de tó que sois!!!! Bueno, solo os puedo decir que pinta mu bien, así que disfrutad de todo y contad cositas. Besos millllll. BLANCA.