miércoles, 6 de agosto de 2008




La visita al altiplano es bien interesante. Diferentes comunidades indígenas mantienen su lengua y su particular forma de vestir.

Dormimos a la orilla del lago Atitlán. Navegamos sus profundas aguas rodeados de volcanes, visitando pequeños pueblos aislados que viven en la soledad y el silencio. La visión de este mundo apartado resulta sobrecogedora.

Cada domingo el mercado de Chichicastenango se convierte en un amasijo de personajes y colorido. Se vende, se compra y se celebran ritos cristiano-paganos que te hacen sentir lejos de cualquier lugar. Hasta se pueden recibir clases de marimba (ji, ji).

Hoy ya estamos en Antigua preparando nuestra partida a Quito. Adiós a nuestra linda casa.(Buaaaaaaaa...)

2 comentarios:

gloria dijo...

Al leer vuestros comentarios, recuerdo esos lugares, que no han cambiado mucho, suenan igual que hace 18 años, no es na!!, allí el tiempo pasa más lentamente y a mi me pasa muy deprisa. Dejáis Guatemala con pena, pero otro lugar os espera con sus brazos abiertos. Me voy dos semanas de vacaciones y como no he conseguido instalarme en casa el ADSL, no creo que pueda seguir vuestro periplo, pero al regresar me encontraré con vosotros en otros lugares. Se os ve guapamente en todas las fotos. Os quiero!! Besos para todos

Anónimo dijo...

No me estraña que os daba pena marcharos de Antigua; parece un lugar ideal. Pero seguro que estais ya enamorados de Quito y Los Galapagos. Estamos ansiosos de ver vuestras fotos de esos animales que nunca llegaremos a ver, asi que ya teneis deberes para esta noche!
Aprovecho para mandar saludos a todos de parte de Esteban y yo a traves de los comentarios, especialmente a Bea y Gloria, que hace mucho que no las vemos. Espero que esten pasando un buen verano, aunque sea sin una reunion en casa de nuestros dentistas preferidos.
Bueno ya es muy tarde en este lado del mundo y mañana hay que trabajar!
xxx